Gn 30:25-36 - "Dispuesto a esperar en la providencia divina" - Serie Génesis No. 69
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Cada día tendremos oportunidades de tomar decisiones. Muchas veces estás serán en el Señor y otras veces nos alejaremos de Su Voluntad.
¿Cómo respondemos cuando alguien quiere aprovecharse de nosotros porque podemos serle de beneficio? ¿Te has sentido utilizado alguna vez? ¿Cómo has respondido?
En situaciones difíciles donde debes decidir acerca de tus estrategias para la economía de tu casa ¿cómo lo decides? ¿Ganas bien? ¿Ganas poco? ¿Ganas lo que te has propuesto? ¿Ganas lo que Cristo ha decidido? ¿Cómo administras lo que tienes?
¿Cómo eres de empleador? ¿Cómo eres de empleado?
La porción de hoy tiene muchas respuestas y guía para nosotros. Dios puede obrar en nuetra vida y cambiarnos para la Gloria de Su Nombre.
El título del mensaje es: Dispuesto a esperar en la providencia divina y está basado en Génesis 30.25-36. Y si abrimos nuestro corazón a esta porción, el Espíritu Santo de Dios puede hacer obras preciosas en nuestros vidas, moldeándonos más a la imagen del Señor Jesucristo.
EXÉGESIS Gn 30.25-36
EXÉGESIS Gn 30.25-36
Resumen:
Jacob había confiado en sus medios para lograr la primogenitura. Engañó a su padre y a su hermano.
Lea y Raquel confiaban en medios legales y en supersticiones para tener descendencia.
Parece que en esta familia es muy difícil confiar en el Señor. Jacob había trabajado 14 años por sus esposas e hijos al haber caído en las manos de Labán el padre de Lea y Raquel.
Jacob después de 14 años y disciplina de Dios tendrá nuevamente la oportunidad de demostrar su fe en el Señor o seguir confiando en sí mismo y en sus medios.
Vamos a ver lo que sucede en esta historia.
Jacob ha recibido una promesa especial de Dios, que le ha pasado su padre Isaac y Abraham. Promesa que consiste en ser un pueblo especial para Dios por donde vendría el mesías prometido, el Salvador Jesucristo. Pero Jacob ha ido cometiendo error tras error, ¿Será que esta vez confiará en el Señor?
25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
Jacob se siente muy animado por nacimiento de José, es el hijo de la mujer que amaba y parece sentir un deseo de irse pronto.
Es posible que haya pensado que el heredero mesiánico es José, el hijo de Raquel y entonces se siente motivado a apurarse en volver a la tierra prometida.
Por otro lado:
Jacob no se siente identificado con ese lugar y tierra, sino que sabe que es heredero de las promesas de Dios.
Tiene una tierra prometida esperando y padres también.
26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.
Han pasado 14 años de cumplimiento por trabajo de Jacob.
Ha pagado las dotes de las dos hijas de Labán.
27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.
“Halle yo ahora gracia en tus ojos” - Esta no es la hermosa frase que leemos en otras partes de la Escritura relacionadas a hallar gracia delante de Jehová. Se tiene evidencia de que culturas paganas orientales utilizaban también esta expresión, parecer ser esto lo que pasa con Labán.
“He experimentado” - Otras traducciones utilizan “por causa de la adivinación”. No se menciona que tipo de adivinación pero esto no agradaría al lector israelita porque no es algo permitido.
Hay una decadencia moral en Labán.
¿Será una adulación para tener el favor de Jacob?
De Labán se puede dudar en todas sus intenciones.
Puede abrazarte, darte un beso, decirte que eres hueso de sus huesos y carne de su carne y aún así puede engañarte.
28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.
Labán cree que Jacob no pedirá mucho.
Jacob ya fue engañado, retenido 14 años y Labán debe creer que puede controlarlo para su provecho.
¿Pero dónde está Dios ante un inminente engaño de un hombre inmoral? Si Labán quiere retenerlo de nuevo, ¿acaso Dios no puede prevenirlo? o ¿no tiene planes para Jacob? ¿Tal vez es parte del plan de Dios o una nueva prueba para Jacob?
¿Cómo reaccionarías tú?
29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?
Dios sí había cuidado y bendecido a Jacob en los 14 años.
Jacob sabe que es heredero de una promesa más grande que simplemente quedarse ahí con Labán.
31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.
Los contratos antiguos orientales establecían 20% de ganancias para los pastores, Jacob pide mucho menos.
Ovejas en este lugar son blancas y las cabras de color oscuro. Esto es lo común.
¿Por qué Jacob pide algo tan desventajoso? Jacob parece entender después de 14 años que no puede luchar con sus fuerzas sino tan solo esperar en las palabras que había recibido de Dios “Yo estoy contigo y te guardaré por donde quiera que fueres”:
15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
¿Por qué Jacob pide un salario tan desventajoso y anormal?
Jacob está dispuesto a perderlo todo por esperar en Dios. Ya fue engañado en sus propias fuerzas, él ha engañado en sus propios fuerzas. La disciplina de Dios ha causado efecto y está dispuesto ahora a esperar los tiempos y el modo de Dios.
Lo que sea que Jacob gane será por bendición de Dios.
¿Cómo respondemos a las mismas promesas que hemos recibido? Sabemos que el Señor está con nosotros, nos cuida, nos guarda, no ha dado la salvación en Jesucristo, pero ¿cómo respodemos a todo eso? A veces nuestras ganancias parecen ser resultados de jactancia de estrategias humanas y no de la gracia divina.
33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.
Jacob estaba dando seguridad a Labán de que cumpliría el acuerdo.
En cambio Labán, no cumplirá el acuerdo y 10 veces cambiará a su conveniencia el salario de Jacob.
¡Ya se ven cambios en la vida de Jacob! El engañador ahora quiere actuar con honradez.
34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices.
Hay pocas frases tan hipócritas como esta. Donde aparentemente se desea el bien pero en el fondo solo quieres que le vaya mal.
Labán está confiado, cree ser más astuto y lo que ha pedido Jacob es demasiado poco y hasta sin futuro.
Tendrá provecho del trabajo de Jacob por muchos años más.
35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.
Versículo difícil.
¿Jacob empezó con las ovejas manchadas de Labán o empezó de cero? Como antes pidió “nada”, entonces es posible que haya querido empezar totalmente en nada y esperar tan solo en la providencia divina.
También es posible que Labán esté actuando astutamente.
Aisla a las ovejas con manchas y a las cabras con manchas blancas, de tal manera que cuando se reproduzca el ganado, estos no se mezclen con las otras ovejas y cabras y por tanto todas las crías salgan favorables a Labán.
Labán es astuto y no está dispuesto a perder. A veces nosotros tampoco estamos dispuestos a perder.
Labán cambiará el salario de Jacob 10 veces. Acomodándo el salario a lo que le convenga.
¿Acaso puedes confiar en un hombre así y dónde está Dios cuando estas cosas están pasando y ya han sido 14 años bajo la mano de Labán y obrará Dios en esta injusticia en algún momento?
¿Has vivido bajo injusticia también? ¿Y en la injusticia esperarás en Dios o resolverás a tu manera? Esta porción de la Biblia es maravillosa porque requerimos empezar a obrar como agrada al Señor y es confiando en su providencia.
36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.
Este versículo también es difícil. Podría ser que Labán separa por una distancia muy grande las ovejas manchadas y las cabras con manchas para que estas no puedan mezclarse con las ovejas que pastorea Jacob y entonces no haya crías para Jacob. También podría ser que Jacob quiere tomar distancia para que todo lo que nazca del rebaño sea diferenciado como de su propiedad, lejos de los “manchados” de Labán. Podrían ser ambas opciones.
Sin embargo, en todo lo que hemos visto, Labán es el hombre que usa métodos humanos para llegar a sus propósitos egoístas, pero que ha olvidado que los hijos de Dios tienen propósitos y planes que vienen del cielo, y que no puede hacer nada contra ellos. (Siguiente estudio).
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Esta porción de la Escritura puede ser muy fuerte para muchos de nosotros. Los que somos jefes, los que somos siervos. Los que estamos en posición de autoridad y los que estamos en posición de servicio y dependencia. Todos nosotros necesitamos cambiar la forma en la que vivímos y respondemos a situaciones similares porque todo acto que hacemos o da gloria a Dios o le causa deshonra.
Podemos aprender algunos principios para aplicación en nuestras vidas de esta porción de las Escrituras.
La disciplina del Señor siempre obra para bien. Va a enseñarnos a dejar de confiar en nosotros mismos para esperar únicamente en Su providencia.
La disciplina del Señor siempre obra para bien. Va a enseñarnos a dejar de confiar en nosotros mismos para esperar únicamente en Su providencia.
Le costó a Jacob 14 años para comprender esto y en realidad llegó hasta 20 años esperando que el Señor pueda reencaminar su vida a pesar de los abusos continuos que recibía de Labán.
La disciplina del Señor siempre nos va a llevar a dar mejores y mayores frutos. Necesitamos que Cristo transforme nuestras vidas. Que nos enseñe a no confiar en el mundo pero tampoco en nosotros mismos, sino que podamos esperar en Él y que todo acto de nuestra vida sea en dependencia de Él. ¡Cómo le costó aprender esto a Jacob y cómo nos cuesta entender esto a nosotros!
11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
En la vida de Jacob, la disciplina divina hizo un gran cambio: Jacob dejó de confiar en sus medios para esperar en el Señor.
¡Qué extraordinario es esperar en la providencia divina! y no en ti mismo!. La fe es estar dispuesto aún a perderlo todo por esperar en Dios, en sus promesas y en su fidelidad. Jacob escoge un salario tan pobre y anormal, desventajoso en todo sentido y hasta es intencionalmente utilizado para beneficio de otro hombre egoísta y ambicioso. Pero Jacob aún a pesar de todo eso, escoge lo pobre y las circunstancias difíciles para que DIOS en su providencia se manifieste!
¿Cuál es la forma en cómo planificas tu vida, tu trabajo, tus negocios, tus emprendimientos, tus estudios, los anhelos o sueños de tu corazón? ¿Esperando o confiando en tus medios? A veces tienes que renunciar totalmente a lo tuyo para ver la gracia del Señor obrando en tu vida. Jacob es la evidencia de que Dios va a obrar en los que anteriormente “astutos” se declaren débiles y que va a obrar en los que abandonen sus fuerzas para que las fuerzas de Cristo puedan levantarnos y sustentarnos.
Los creyentes podemos sufrir el abuso, opresión o aprovechamiento de otras personas. Nuestra respuesta debe ser permanecer en el Señor y guardar Su Palabra.
Los creyentes podemos sufrir el abuso, opresión o aprovechamiento de otras personas. Nuestra respuesta debe ser permanecer en el Señor y guardar Su Palabra.
Muchas veces vamos a estar en la misma situación de Jacob, donde habrá gente que se acerque a ti buscando algo para su beneficio o simplemente porque pueda aprovecharse de ti. Aún esto puede pasar en entorno de creyentes. El pecado no hace discriminación de personas. Jacob aún sabiendo que Labán no era de fiar y aún sabiendo que Labán haría todo por engañarle, él decidió descansar en las palabras que Dios le había dicho en Betel.
¿Qué debes hacer cuando estés en situación de desventaja o de opresión?
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
Puedes y probablemente vas a estar en los zapatos de Jacob muchas veces, pero no te apartes del Señor. Al contrario, podemos dar Gloria a Dios honrándolo al honrar Su Palabra. La fe es estar dispuesto a perderlo todo por esperar en Dios. Puedes ser burlado, engañado, pero vale la pena esperar en el Señor y permanecer en Su Palabra.
La ambición enceguece, pero los creyentes no esperan tomar ventaja de otras personas como lo hace el mundo, sino que buscan servirlos como Cristo vino a servir.
La ambición enceguece, pero los creyentes no esperan tomar ventaja de otras personas como lo hace el mundo, sino que buscan servirlos como Cristo vino a servir.
Este puede ser uno de los temas principales de la historia de Jacob, así como de gran parte de las Escrituras. Es algo que hemos perdido poco a poco los creyentes o los que conformamos el cuerpo de Cristo. Es el motivo de la disciplina de Jacob.
Labán es del mundo y todo lo que haga será un reflejo del mundo. Labán es cortés pero utiliza su cortesía para hacer el mal. Desea aparentemente el bien de Jacob, pero en su interior quiere que Jacob fracase.
El actuar del mundo es hipócrita, no tiene un amor puro o desinteresado. ¿Crees que alguna vez obramos así los que somos parte del cuerpo de Cristo o iglesia?
¿Te has aprovechado de la fragilidad de tus empleados por tu rango de autoridad en el trabajo? ¿Miras a las personas para saber cómo puedes obtener un beneficio de ellas? ¿Te acercas a las personas cuando estás en necesidad o requieres algo de ellas?
Escucha lo que la ambición hace y cómo enceguece:
Jacob era yerno de Labán, debía ser considerado como hijo, pero la ambición de Labán solo le permitía verlo como un instrumento para su propio beneficio.
Jacob pide lo justo, sus mujeres y sus hijos. Labán no da lo justo, siempre intenta ganar.
Jacob habla con franqueza, pide lo suyo. Labán adula. La ambición enceguece y te lleva al menosprecio de tu prójimo.
21 Peca el que menosprecia a su prójimo;
Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
Jacob a los ojos de Labán era alguien que parecía ser fácil de controlar y que así había sido por 14 años. Labán nunca tiene suficiente de Jacob, siempre quiere más.
La ambición y codicia de Labán guían su trato con las personas. ¡Cristo no era así!
El Rey y Soberano del Universo se humilló por servir, dando ejemplo de cómo debemos vivir con otros.
25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Si hemos sido como Labán, entonces basta con pedir perdón al que puede perdonar los pecados y puede hacerlo totalmente. Si hemos sido como Jacob y hemos confiado en nuestros métodos, ahora podemos empezar a confiar en los del Señor y esperar en Su Providencia.
Finalmente.
La muestra de mayor providencia divina es Jesucristo. El que es Soberano del Universo dispuesto a humillarse como siervo. Recibe todo el mal del mundo para darnos su paz. Él no responde o no devuelve lo que le han dado, lo que le hemos dado. Él ha dado su vida por amor para que tengamos el regalo del cielo, de la vida Eterna. Él en su actuar de todos los días que estaba sobre la tierra siempre andaba en santidad y siempre esperaba en la providencia divina, en los planes del Padre. Esta es la misma promesa que Dios hacía a Jacob, que de él vendría este precioso salvador y mesías.
Vamos a rendirnos hoy al Señor. Vamos a encomendarnos en sus manos. Ya no serán mis métodos, ya no serán mis formas, serán las de Cristo. Será esperar en Él aún parezca un camino de 14 o 20 años de paciencia y disciplina como a Jacob, porque estar en Sus manos es estar en el mejor lugar y porque mejor es esperar en Su Providencia que en nosotros mismos. Vamos a orar.